Detras de escena Lima (el viaje) from Maximo Ciambella on Vimeo.
SOBRE EL PROJECTO:
viernes, 25 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
FRONTERAS
Noemi Jaffe, en su blog, "Quando nada está acontecendo".
http://nadaestaacontecendo.blogspot.com/
miércoles, 25 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
sábado, 7 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
SOBRE EL DIPUTADO
Acto III, Escena IV
Banquete preparado. En tran
MACBETH, LADY MACBETH, ROSS, LENNOX,
NOBLES y acompañamiento.
MACBETH
Conocéis vuestro rango; sentaos.
Sed todos cordialmente bienvenidos.
NOBLES
Gracias, Majestad.
MACBETH
En cuanto a mí, me mezclaré con los presentes
y haré de humilde anfitrión. La reina
permanecerá en su sillón, mas oportunamente
rogaré su bienvenida.
LADY MACBETH
Mi señor, dásela a todos en mi nombre,
pues los acojo de todo corazón.
Entra el ASESINO 1.°
MACBETH
Mira, te responden con afable gratitud.-
Los dos lados, iguales. Me sentaré en el centro.
Prodigad alegría. Ahora pasaré
la copa por la mesa, Llevas sangre en la cara.
ASESINO 1.°
Es la de Banquo.
MACBETH
Mejor en tu exterior que dentro de él.
¿Está muerto?
ASESINO 1.°
Degollado, señor Yo lo hice.
MACBETH
Eres el mejor degollador, aunque bueno
es también el que mató a Fleance.
Si fuiste tú, no tienes rival.
ASESINO 1.°
Soberano señor, Fleance ha escapado.
MACBETH
Ya vuelve mi angustia. Si no, estaría sereno;
entero como el mármol, fir me como roca,
tan libre como el aire que me envuelve.
Ahora estoy encerrado, encarcelado, cautivo, preso
de insolentes dudas y temores. - Pero Banquo,
¿está seguro?
ASESINO 1.°
Sí, mi señor. Seguro en un foso,
con veinte tajos que le surcan la cabeza;
el menor era de muerte.
MACBETH
Gracias. - Ahí yace la serpiente;
su cría ha huido y tiene vida que podrá
criar veneno, aunque ahora está sin dientes. –
Vete ya, mañana nos veremos.
Sale el ASESINO 1.°
LADY MACBETH
Mi regio esposo, no das acogimien to.
Un banquete es comida que se cobra
si, en su curso, no se brindan atenciones:
hay que mostrar complacencia. Por comer,
más vale quedar en casa; fuera de ella
no hay festín sin cortesías, tan sólo
una triste reunión.
Entra el espectro de BANQUO y se sienta en el sitio de MACBETH.
MACBETH
¡Mi fiel recordadora! –
La buena digestión dé servicio al apetito,
y salud para los dos.
LENNOX
Dignaos tomar asiento, Majestad.
MACBETH
Todas las glorias del país se hallarían
bajo este techo si no faltara el gentil Banquo,
a quien prefiero acusar de negligencia
que llorarle una desgracia.
ROSS
Señor, su ausencia empaña su promesa.
Majestad, dignaos favorecemos
con vuestra augusta compañía.
MACBETH
No hay sitio en la mesa.
LENNOX
Aquí hay uno reservado .
MACBETH
¿Dónde?
LENNOX
Aquí, señor. ¿Qué es lo que os agita, Majestad?
MACBETH
¿Quién de vosotros ha hecho esto?
NOBLES
¿Qué, señor?
MACBETH
Tú no puedes decir que he sido yo.
¡No sacudas contra mí tu melena ensangrentada!
ROSS
Levantaos, caballeros. El rey está indispuesto.
LADY MACBETH
Sentaos, nobles amigos. Mi esposo
ha estado así desde muy joven. Seguid sentados:
el acceso es pasajero, en seguida
estará bien. Si os fijáis mucho en él
le ofenderéis y alargaréis su mal.
Comed, no le hagáis caso. - ¿Tú eres hombre?
MACBETH
Sí, un valiente que no teme mirar
lo que aterraría al diablo.
LADY MACBETH
¡Qué estupidez! No es más
que la imagen de tu espanto, la daga aérea
que decías que te llevó a Duncan.
Ah, estos ataques y rachas, impostores
del terror, convendrían a un cuento de Viejas
contado al amor de la lumbre. ¡Ah, deshonra!
¿A qué vienen esas muecas? A1 final,
no ves más que un asiento.
MACBETH
¡Mira ahí! ¡Ve, mira, contempla! ¿Qué dices? –
¡Qué me importa! Si inclinas la cabeza,
habla también. Si osarios y tumbas nos devuelven
a los muertos, ya no habrá más panteones
que el buche de los milanos.
Sale el espectro.
LADY MACBETH
¿Has perdido la hombría en la locura?
MACBETH
¡Como estoy vivo, que lo he visto!
LADY MACBETH
¡Qué vergüenza!
MACBETH
La sangre se derramaba ya de antiguo,
antes que las leyes humanas suavizaran
las costumbres; sí, y después se han perpetrado
crímenes que espantan al oírlos. Hubo un tiempo
en que unos sesos estrellados decían muerte
y nada más; pero ahora resucitan
con veinte tajos por toda la cabeza
y nos roban el asiento. Esto es más pasmoso
que un crimen semejante.
LADY MACBETH
Mi señor, tus nobles amigos
te echan de menos.
MACBETH
Me olvidé.- No os asombre mi conducta, amigos míos.
Padezco una extraña dolencia, que no es nada
para quien me conoce. ¡Vamos, amistad y salud
a todos! Ahora me sentaré. ¡Echadme vino hasta el borde!
Entra el espectro.
Bebo por el gozo general de nuestra mesa
y por nuestro querido Banquo, ahora ausente.
¡Ojalá estuviera aquí! ¡Brindo por todos y por él!
¡Todos por todos!
NOBLES
¡Nuestro brindis con lealtad!
MACBETH]
¡Vete, fuera de mi vista! ¡La tierra te esconda!
No hay tuétano en tus huesos, fría es tu sangre.
No tienes visión en esos ojos de ira
que me clavas.
LADY MACBETH
Buenos nobles, tomad esto
como algo habitual, no es otra cosa,
aunque empaña el agrado del momento.
MACBETH
A cuanto el hombre se atreva, yo me atrevo:
acércate como el feroz oso de Rusia,
el rinoceronte acorazado o el tigre de Hircania;
adopta cualquier forma menos ésa, y mis firmes
fibras nunca temblarán. O resucita
y rétame a campo abierto con tu espada:
si el temblor me señorea, proclámame
una niña. ¡Fuera, so mbra horrenda!
¡Vete, ficción!
Sale el espectro.
Bien, se ha ido, y ya vuelvo
a ser hombre. - Os to ruego, seguid sentados.
LADY MACBETH
Desahucias el contento y enturbias la armonía
con tu asombrosa alteración.
MACBETH
¿Puede ocurrir algo así
y pasar sobre nosotros como nube de verano
sin que nos deje suspensos? Me volvéis
un extraño a mi propia condición
cuando veo que contempláis tales visiones
sin que el rojo os abandone las mejillas
cuando las mías las blanquea el miedo.
ROSS
¿Qué visiones, señor?
LADY MACBETH
No habléis, os lo ruego: se pone cada vez peor.
Conversar le enfurece. Digamos buenas noches.
No os preocupe el orden de salida y salid ya.
LENNOX
Buenas noches y mejor salud
a Su Majestad.
LADY MACBETH
A todos, feliz noche.
Salen NOBLES y acompañamiento
MACBETH
Quiere sangre, dicen: la sangre quiere sangre.
Se sabe que las piedras se han movido y los árboles
hablado; agüeros, relaciones explicadas
valiéndose de urracas, grajos y cornejas,
hallaron al criminal más oculto. ¿Qué hora es?
LADY MACBETH
La hora en que pugnan noche y día.
MACBETH
¿Qué me dices de Macduff,
que desatiende mi solemne invitación?
LADY MACBETH
¿Le has citado, señor?
MACBETH
No; me lo han dicho. Pero le citaré:
no hay ninguno en cuy a casa yo no tenga
un informante. Mañana, y bien temprano,
iré a ver a las Hermanas Fatídicas.
Quiero saber más; estoy decidido
a oír lo peor por el peor medio.
Nada ha de estorbarme. Estoy tan adentro
en un río de sangre que, si ahora me estanco,
no será más fácil volver que cruzarlo.
Llevo en la cabeza ideas extrañas
que han de ejecutarse antes de estudiarlas.
LADY MACBETH
Te falta la sal de la vida, el sueño.
MACBETH
Vamos a dormir. Sólo es mi quimera
temor de novicio: le falta experiencia.
En acción aún somos nuevos.
Salen.
"Macbeth", William Shakespeare.